Valentina Orlando ha encargado un litigio judicial contra su ex pareja para poder recuperar el vínculo con sus hijos, de cinco y ocho años.
La Justicia dispuso que el padre tenga el cuidado personal de los menores hace dos meses. “En ese momento, se inició un juicio contra el padre por la cuota alimentaria y se confirmó una medida cautelar. Cuando se le embargó el sueldo, (el hombre) reclamó la responsabilidad parental; solicitó una cautelar por el régimen comunicacional diciendo que sus hijos querían estar con él”, señaló Alejandra Ganina, abogada de la joven.
Tras una “audiencia para escuchar a los niños”, la jueza a cargo de la causa hizo lugar al pedido del progenitor.
La letrada indicó que Valentina “venía siendo asistida por el Observatorio de la Mujer hace bastante tiempo y que ella y sus hijos sufrían violencia de género de larga data”, entre otras medidas de pruebas. Por ello, realizaron otra presentación en oposición a la decisión judicial. “Pero llevamos dos meses sin respuesta efectiva, sin que se hayan producido las pruebas”, añadió.
Además, señaló que el padre debía facilitar un “vínculo telefónico” para establecer un comunicación entre la madre y los hijos, “lo que no ha sucedido”. “En un primer momento, lo negó y bloqueó los teléfonos. Ahora, cuando la jueza le dijo que debía cumplir esa orden, la conducta de los menores ha sido cada vez más reactiva hacia Valentina en cada contacto”, expresó la abogada. “Queremos que se investigue si los niños están siendo víctimas de una manipulación”, añadió.
Por su parte, Orlando expresó que “la prioridad en esta situación son los hijos” y que “tiene miedo que la obstrucción de los vínculos repercuta en los chicos”. “No hubo una buena relación con el padre, por eso tomé la decisión de sepárame, con el objetivo de resguardar el bienestar de los chicos y mío”, resaltó.
Hace dos días habló por última vez con sus niños, según contó. “No es fluida la comunicación y conozco a mis hijos: sé cuándo algo los bloquea. Sé que no están bien por la manera de hablar”, enfatizó.